Exposición de Omar Rodríguez Santos inaugurada en la galería Raúl Martínez de Ciego de Ávila.
“La historia de la infancia es una pesadilla de la que hemos empezado a despertar hace muy poco. Cuanto más se retrocede en el pasado, más expuestos están los niños a la muerte violenta, al abandono, los golpes, al temor y a los abusos sexuales”.
Demouse
Los anales de la niñez empezaron a realizarse a mediados del siglo XX. Cuando los historiadores son cuestionados por el olvido, responden que de la misma manera que los niños tenían poca importancia en las sociedades antiguas y modernas, pues lo mismo ocurrió en la investigación histórica sobre los menores. Los abusos sexuales a menores forman parte también de esa historia olvidada.
Con el carácter acusador que puede tener el arte, Omar Rodríguez ha creado con frenesí o violenta exaltación para esta exposición que lleva por título “Infierno de la Inocencia”. La muestra de unas 46 obras, está conformada por una técnica y estilo diferente a la que nos tenía acostumbrado el artista.
El tema de esta pinacoteca es perturbador por sí: el abuso sexual ejercido sobre las niñas. La colección es una puesta en escena donde abundan los tonos oscuros, el dolor y lo trágico. Aquí se abren todas las ventanas, y lo oculto se hace manifiesto, sacando estas miserias humanas a la plaza para que puedan ser vistas por todos. Imágenes cuidadosamente logradas que atraerán al espectador como una fábula terrorífica, al mismo tiempo que lo repugne. Las obras no solo pueden reflejar un mañana, o el hoy, sino el recuerdo de un pasado a través de las cuales el público se pude ver reflejado.
“Infierno de la Inocencia” nos enfrenta a asuntos e imágenes que rozan lo intolerable. Es un retablo turbulento. No busca agradar, ni entretener y mucho menos ser amable. Es el drama vivido por miles de niños a través del tiempo hasta nuestra actualidad, hechos que nos traen a la mente las palabras que se leían a la entrada de un orfanato: “La gente no muere de oscuridad, sino de frío; no tiene necesidad de luz, sino de calor”.
Lic. Yuri Limonte Hera.